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Compañía: Iluna Producciones.
¿Y si los muros y los muertos hablaran?
La memoria del penal es la de cada uno de sus habitantes, de sus familias, de su historia, expectativas e ilusiones truncadas.
Sus muros están construidos por su ropa y recuerdos.
Un preso es sólo un número, una espalda mojada, un trocito de chocolate Manterola, un bote de agua sucia, con una lenteja o un garbanzo, un cigarro con hebras del suelo, compartido entre 12, un trozo de cielo, una revuelta, una carta amputada y una muerte por avitaminosis o «paro cardiaco».
Sólo permanecen paredes y huesos.
Pero, ¿y si los muros y los muertos hablaran?