Atrás dejamos el calor y las playas para entrar de lleno en una nueva estación del año, esa que nos trae días más cortos, paisajes de hojas caídas y productos como las setas, las castañas o la calabaza. Comienza el frio pero no es momento de refugiarse bajo la manta en el sofá así que prepara tus botas, un chubasquero y sal a descubrir los encantos otoñales que te ofrece el Norte. Hoy te presentamos los 12+1 lugares en los que disfrutar este mes de octubre.
1. Cascada de Cubo (Navarra)
Este plan es un 2×1 ya que visitar la Cascada del Cubo supone atravesar la Selva de Irati en Navarra, un paraje de belleza espectacular sobre todo en esta época del año. El paseo comienza en las Casas de Irati, las ruinas de las antiguas viviendas de los guardas del bosque y continúa cruzando un puente de madera tras el que accedemos al sendero que nos guiará hasta nuestro destino, un camino de poco esfuerzo que se puede realizar acompañado de niños. Aproximadamente 3km de recorrido que discurren al lado del río, entre hayas y abetos. Una vez en el Cubo será irremediable que te invadas de naturaleza respirando aire fresco y te relajes mientras ves caer las hojas de los árboles sobre el manto del río que resuena relajante.
2. Valle de Aspe (Aquitania)
Continuamos en Francia y lo hacemos en los Pirineos Atlánticos. Allí encontraremos el Valle de Aspe o Vallée d’Aspe, un lugar impresionante de paisajes abrumadores, uno de los imprescindibles para visitar este Otoño. Un bosque de hayas enorme que en esta estación del año se tiñe de colores imposibles que hacen contraste entre sí: el verde de los prados, el rojo intenso de los helechos y el gris de las rocas. Y es que el Valle de Aspe conserva la fuerza del Pirineo Central en sus cumbres pero tiene también marcadas las características atlánticas que suavizan el clima y lo llenan todo de naturaleza.
Para llegar hasta Aspe solo tenemos que cruzar Somport, uno de los pueblos que enriquecen este paisaje. En tu visita al valle no te puedes perder sus pequeños municipios coquetos y bien conservados, localidades que viven fundamentalmente de la ganadería y de la elaboración de queso artesanal.
3. Parque Natural de Urkiola (País Vasco)
Esta tercera propuesta se adapta tanto a los más montañeros que ansían coronar una cumbre como a aquellos que prefieren los senderos llanos de poco esfuerzo. El Parque Natural de Urkiola reparte su territorio entre Vizcaya y Álava y es el lugar ideal para disfrutar de los colores del otoño.
Si lo que buscas son emociones fuertes te recomendamos subir a uno de los picos más altos de este paraje natural, el monte Anboto de 1331metros de altitud, pero si prefieres una excursión más relajada elige una de las numerosas sendas que existen para recorrer a pie el parque o visita alguna de sus cuevas. Tampoco te puedes perder el Santuario de Urkiola, un edificio rodeado de hayas, robles y fresnos, situado a 750 metros sobre el nivel del mar que alberga en su interior un mosaico de más de 800.000 piezas. Además, cuenta la leyenda que si estás buscando el amor te basta dar tres vueltas a la piedra que está delante del santuario para encontrarlo ¿Te animas?
4. Bosque de Cebollera (La Rioja)
El otoño es la época ideal para una visita a la Rioja y no solo porque se encuentra en plena temporada de la vendimia sino también porque ofrece la oportunidad de descubrir entornos increíbles como la Sierra de Cebollera. Un Parque Natural protegido al que se accede desde la localidad de Villoslada de Cameros. Tu primera parada deberá ser su Centro de Interpretación desde el que te guiarán e informará sobre cualquier tipo de recorrido por este bosque de hayas, arces, fresnos y robles tan impresionante que además alberga algunos saltos y cascadas como su famoso arroyo de Puenta Ra.
El parque es enorme y la diversidad de especies caducifolias que alberga generan cada año una explosión de colores que contrasta con los verdes de las especies perennes y ofrece una experiencia única para tus sentidos.
5. Señorío de Bertiz (Navarra)
El Señorío de Bértiz fue el primer parque natural de Navarra, un inmenso territorio en el que puedes descubrir especies tan singulares como gingkos de China, secuoyas de California, castaños de Balcanes o nenúfares y toparte con una de las siete especies de pájaros carpinteros que habitan en la península. Un rincón verde de gran belleza a orillas del río Bidasoa que adquiere unos colores impresionantes en esta época del año.
El parque cuenta con un jardín histórico-artístico, equipamientos para la educación ambiental, miradores, esculturas al aire libre y numerosos senderos de distinta dificultad por lo que no tienes excusa para visitarlo. Y si ya aprovechas que los días son más cortos en otoño y visitar el parque por la tarde te sorprenderás con unos atardeceres únicos.
6. Cañón de Izki (País Vasco)
Este lugar está situado en la provincia de Álava y dentro de él se encuentra un pequeño pueblo medieval llamado Korres, el único municipio habitado dentro del parque, un lugar digno de visitar ya que allí se encuentra el Centro de Interpretación.
El cañón de Izki es un exuberante y angosto desfiladero entre las peñas de Muela y Soila y atravesarlo en otoño es una delicia. La gran variedad de especies forestales de su bosque de ribera otorga un colorido difícil de ver en otros bosques vascos que hace contraste con los cortados de sus cumbres. Izki es un parque lleno de bosques frondosos de robles y haya pero además cuenta con humedales en los que crecen los nenúfares y habitan aves acuáticas.
7. Sierra de Ezcaray (La Rioja)
El otoño da paso a la Berrea o Brama del Ciervo y la Sierra de Ezcaray ofrece una oportunidad perfecta para descubrir este despliegue de animales que, movidos por su instinto reproductor, exhiben sus mejores poses para conquistar el mayor número posible de hembras. Recuerda que si te decides a visitar La Rioja motivado por este acontecimiento deberás llevar unos buenos prismáticos porque siempre deberás guardar una distancia de seguridad en la que no molestes a los animales y siempre será recomendable contratar el servicio de un guía intérprete que te facilite localizar los ejemplares más próximos.
Disfruta de los colores de la sierra riojana, relájate respirando su aire puro y mantén silencio para no perderte ni uno de los berridos de los ciervos. Prometemos que será uno de los fenómenos naturales más impresionantes que hayas visto nunca.
